La cerámica tradicional de la
región se basa en la técnica conocida y extendida de rollos de arcilla, que se
solapan y se suavizan para dar forma a platos con diferentes propósitos.
Las cerámicas tradicionales
combinan magistralmente tres colores básicos: blanco, negro y rojo. Esta
combinación es el resultado de un largo proceso de intercambio cultural desde
la época prehispánica.
La arcilla utilizada como base
proviene de las canteras de la zona. Se amasa intensamente con los pies,
especialmente con los tacones, hasta que se agrega el shaño, hecho con
fragmentos de platos quemados y molidos, para evitar agrietamiento durante el
proceso de cocción.
Fuente: Spot
de promoción de Artesanía y Artesanos (as) de la región San Martín / Productora
Otorongo.
Artesanía Chazuta
Chazuta es un distrito de la provincia de San Martin situado a dos
horas en coche del centro de arte. Chazuta es una palabra quechua deriva del
grupo étnico que se asentó en la orilla izquierda del río Huallaga durante los
siglos XV a XVIII, desde sus orígenes hasta el día de hoy el pueblo chazuta
habla quechua. La cerámica siempre ha jugado un papel vital en la comunidad,
haciendo a los Chazutinos famosos por ser auténticos alfareros.
Hay un gran espacio de trabajo en
Chazuta llamado Wasichay palabra quechua que significa nuestra casa, donde un
grupo de mujeres ceramistas le guiará a través de varias formas tradicionales y
puede hablar sobre el significado espiritual de los símbolos utilizados. De
igual manera se ha desarrollada la técnica de la cerámica en torno utilizando
técnicas contemporáneas pero sin perder la base ancestral. Hay ruedas de
torno , un horno a leña donde se hornea los trabajos.
Quechua Lamista
La
realización de un trabajo de campo y la posterior edición de un manual práctico
“El Arte de la cerámica lamista”, muestra del conocimiento tradicional
indígena, es consecuencia de estos importantes cambios sociales y culturales.
Sus protagonistas son las artesanas que viven y desarrollan sus trabajos en la
comunidad nativa Wayku en Lamas, región de San Martín.A pesar de la creciente e imparable aculturación,
las ceramistas lamistas celosas de su identidad kechwa se han mantenido fieles
a sus singulares rasgos sociales y culturales prehispánicos.En Lamas y en las
diferentes comunidades nativas y aldeas trabajan la arcilla como un hermoso
regalo de la Pachamama (Madre Tierra) y, como lo hacían sus antepasados,
modelan sus piezas a mano sin torno.Las piezas las decoran con diversos
motivos: unos, inspirados en su entorno natural y, otros, geométricos. Luego
queman sus creaciones en el suelo, a cielo abierto. Cada pieza es una obra
única, expresión singular de su cosmovisión. Tinajas, tinajones, ollas, vasijas,
jarros, tostadoras y platos conforman una producción utilitaria y de uso
doméstico.
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